domingo, 29 de junio de 2008

Leyenda Cósmica. Cuencos del Tibet

“Toma un haz de oro de un rayo del Sol
Toma una moneda de plata del resplandor de la Luna
Toma cobre del brillo de Venus, el Lucero del Alba
Toma hierro de la lanza de Marte, el guerrero
Toma unas gotas de la esencia metálica líquida de Mercurio
Toma estaño del gigante Júpiter
Toma un poco de plomo de los anillos de Saturno, el Gran Maestro de Vida”.

“Fúndelos, y en honor a la Madre Tierra haz un cuenco,
con la capacidad de contener todo su Amor.
De los regalos de la Pacha, toma una vara de madera
Y cuando esté todo listo, frota el cuenco con la vara...
y tú, el Hombre y Todo el Universo serán re-creados!!!”

“Sonido Padre-Madre, hálito de Vida:
recorre el Universo hasta sus confines
y sana a tu paso a todo aquello que atraviesas!!!”
Así lo hizo el Gran Alquimista,
y la Gran Obra fue hecha!

Por centurias el Secreto fue guardado en las heladas mesetas del Tibet,
custodiado por monjes silenciosos y discretos...
hasta que de nuevo se oyó la voz que decía:
“Los Hombres han olvidado su Esencia y su Misión, y por ello han enfermado!
Entrégales el regalo que te he dado,
haz sonar los Cuencos guardados en el Tibet por el mundo entero!
Enseña a tus discípulos a hacerles vibrar con sus Sonidos Sagrados,
para que traigan Paz, Sanación y Amor al Planeta!”

También obedeció esta vez el Gran Alquimista,
y por ello están ahora los cuencos sonando por toda la Tierra.
Ahora los hombres aprenden a tocarlos,
para recordar quiénes son, para sentirse nuevamente parte de ese Sonido-Vida;
para ser sanados, para sanar y retomar este viaje de regreso al Origen.

Desde el corazón de Refugios de Paz En esta tarde de junio de 2007, por inspiración del Gran Espíritu.
Infinita Gratitud!